Cómo diseñar un producto físico [Guía para Startups]

October 26th, 2021

Tienes una gran idea para lanzar un producto físico. Estás seguro de que es un producto útil, innovador y que todo el mundo compraría. De hecho, es tan buena idea que te cuesta creer que nadie la haya tenido antes.

Es tu oportunidad para triunfar.

Pero convertir esa idea que da vueltas en tu cabeza en un producto físico que pueda tocarse, fabricarse y venderse… parece una ilusión imposible.                                        
Pues bien, tenemos una buena noticia: crear un producto físico es más fácil de lo que parece.

Descubre los pasos para diseñar, validar y fabricar un producto físico que tenga éxito en el mercado, aunque seas una startup o estés empezando.



¿Qué es el diseño de producto físico?

El diseño de producto físico es el proceso mediante el cual una idea se materializa en un producto que pueda venderse.

Con esta definición, entenderás que el diseño de producto físico abarca un campo muy amplio. Enorme. Desde una botella de agua, hasta unas zapatillas de deporte, pasando por un enchufe.

Sea el objeto que sea, para que el producto físico tenga éxito debe cumplir una premisa: solucionar una necesidad real. Parece una idea de cajón, ¿verdad? Pues ese es el fallo de la inmensa mayoría de productos físicos que llegan a las tiendas.

Da igual que el producto sea innovador, tenga un gran diseño o una enorme campaña publicitaria. Tiene que ser útil. De verdad.

Porque el Diseño de Producto físico es simplemente eso: pensar cómo debería ser un producto concreto para resolver un determinado problema. 



¿Cuál es el proceso para diseñar un producto?

Para diseñar un producto físico, es necesario completar cuatro etapas bien diferenciadas. Vamos a verlas paso a paso:

Brainstorming

Esta es la fase creativa donde absolutamente todo vale. Así que coge papel y boli, reúne a tu equipo y empezad a apuntar: para qué sirve el producto, cuáles son sus funciones y qué características básicas debe tener.

Diseño y Planificación

El segundo paso consiste en diseñar el producto sobre papel, realizar un prototipado digital y conceptualizarlo al detalle.

Esta es (sin duda) la fase más importante del proceso, puesto que en este punto aún es fácil y rápido modificar el diseño. Es ahora cuando debemos validar que el producto tenga: 
Buena acogida por parte del consumidor al que se dirige.
Un diseño que ahorre costes productivos.
Sea apto para transportar y comercializar.

Validar estos conceptos antes de dar un solo paso más es clave para evitar fracasos estrepitosos. Las prisas nunca son buenas, así que tómatelo con calma hasta estar 100 % seguro.

Prototipado

En esta fase llega el momento mágico. Tu idea se ha materializado y puedes tocar el producto físico con tus manos por primera vez.

El prototipado consiste en fabricar a pequeña escala algunas muestras del producto físico con diferentes variaciones de tamaños, materiales o funcionalidades extras.

Es aquí dónde se detectan pequeñas modificaciones a realizar para que todo vaya bien. Ya sabes, una cosa es verlo en planos y otra ponerlo a prueba en el mundo real.

Nuestro consejo: dáselo a probar a alguien de tu entorno que no haya tenido absolutamente nada que ver en el proceso. Lo mirará con ojos de niño y te dará una nueva perspectiva muy valiosa.



Fabricación

Ya con la validación superada, es el momento de diseñar los planos de cada pieza, ensambles y cada minúsculo detalle mediante software 3D.

Después, llegará el trabajo de encontrar los mejores proveedores para cada componente.

Por último, establecer los mejores acuerdos con el fabricante sobre plazos de entrega, estándares de calidad, capacidad de producción y costes de fabricación.



Etapas en el diseño de producto

¡Bien! Ya tienes claro cuáles son las fases para diseñar un producto físico y convertir tu gran idea en un artículo listo para comercializar.

Pero quizá eres un emprendedor solitario o una pequeña startup, y no cuentas con grandes recursos. La gran pregunta es:

¿Puedo convertir mi gran idea en un producto físico viable sin invertir un montón de dinero?

La respuesta es... . 

Pero tienes que saber cómo hacerlo. Aquí te proponemos tres consejos desde nuestra experiencia:

1. Define bien el público objetivo: debes tener claro quiénes serán exactamente tus compradores para diseñar el producto exactamente como ellos quieren

2. Realiza un estudio de competencia: si hay otros productos similares en el mercado, compra, prueba y analízalos todos. Asegúrate de que tu producto será mejor que ellos.

3. Consulta la oficina de patentes: tu diseño no debe infringir ninguna patente de otras marcas. Así que examina toda la documentación relativa.

4. Capta fondos mediante una ronda de financiación por crowdfunding: además de recibir una inyección de liquidez, es una forma rápida de probar si el producto tiene aceptación en el mercado.

Ejemplos de diseño de producto

Como explicábamos al comienzo del artículo, el diseño de productos abarca desde un sencillo clip hasta la más compleja aparatología hospitalaria.

No es fácil elegir, pero en nuestra opinión, estos son los 25 mejores diseños de producto de la historia: 

  1. Maquinilla de Afeitar Gillette - King Camp Gillette (1888)
  2. Silla Barcelona – Ludwig Mies van der Rohe (1928)
  3. Lámpara Flexo Anglepoise - Geroge Carwardine (1930)
  4. Vespa – Enrico Piaggio (1946)
  5. Cámara Polaroid - Edwin Herbert Land (1947)
  6. TupperWare - Earl Silas Tupper (1947)
  7. Nevera Smeg – Vittorio Bertazzoni (1950)
  8. Chupachups - Enric Bernat (1958)
  9. Walkman - Andreas Pavel (1979)
  10. PlayStation - Ken Kutaragi (1994)
  11. Roomba - Rodney Brooks, Colin Angle y Helen Griener (2002)
  12. Iphone – Steve Jobs & Jony Ive (2007)
  13. FitBit -  James Park y Eric Friedman (2007)
  14. Kindle PaperWhite - Erik Schmitt (2008)
  15. Tesla Model S - Martin Eberhard y Marc Tarpenning (2012)

Todos ellos son productos físicos exageradamente diferentes, pero con un punto en común: solucionan un problema concreto.

Desde enfocar el haz de luz hasta el punto deseado a imprimir fotos en el momento, pasando por aspirar la casa sin ningún esfuerzo.

Y si te fijas, todos los productos físicos con diseños triunfadores de las últimas décadas, tienen además otra cosa en común.

Son productos cotidianos que gracias a la tecnología aportan un plus que facilita la vida de las personas.

En Neurafy somos especialistas en ayudar a CEOs, pymes y emprendedores a convertir grandes ideas en excelentes productos físicos con la última tecnología digital.

Si puede pensarse, puede realizarse. Contáctanos y cuéntanos esa idea del millón de dólares. Juntos la haremos realidad.









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